Fin de Semana con los compañeros de la guarde (episodio 1)

Llevaba mucho tiempo sin escribir si no contamos los Viernes dando la nota. La verdad es que he tenido un mes de mayo de estos de no parar, entre unos trabajos para el curso que estoy estudiando, un par de entrevistas de trabajo que al final no llegaron a nada, el peque, el viaje a Bilbao y varias cosas más no he tenido tiempo para el blog, ni el Facebook, ni el Twitter... espero que sepáis disculparme.

De todos modos, no me quejo porque el mes ha estado lleno de cosas divertidas como el fin de semana que pasamos de "colonias" con el peque y sus compañeros de la escoleta. Dos días muy divertidos en una casa de agroturismo como es El Mas de Noguera donde los peques lo pasaron en grande con los animales y las actividades.

Saliendo de excursión

El día de la llegada, después de un tiempo para instalarnos y de una comida hecha con productos elaborados en el mismo mas, todos los niños se fueron a echar la siesta... ¿todos? ¡no!, un pequeño e irreductible niño (JoanPetit) resistía al sueño invasor... Así que el único momento que teníamos los papis para sentarnos y charlar entre nosotros, lo pasé con un ojo vigilando al peque que estaba muy interesado en la fauna local (los perros, gatos y hormigas del lugar) Lamamá, que ya de por sí no pierde ocasión de dormir, en su estado de gestación avanzado no desaprovechó el momento para echar una cabezadita y allí que me dejó con un niño en un grado de excitación nivel Eurodisney.

Después, los monitores habían organizado una pequeña excursión por los alrededores con cuento incluido. Por primera vez vi los agujeros que hacen los pájaros carpinteros (pica-soques) en los árboles y me recordaron a esos dibujos de nuestra infancia. JoanPetit alternaba ratos encima de mis hombros con ratos jugando a perseguirse con los compañeros y aunque a la vuelta ya se le notaba que le podía el cansancio, no podía dormirse porque aun faltaba lo mejor: buscar a los donyets (un tipo de duende del folclore catalán)

Las maestras nos habían dicho a los padres que lleváramos unas linternas para los peques y, después de la cena, con el silencio del monte y con la luz de la luna, las estrellas y de un par de docenas de linternas portadas por pequeños de 2 y 3 años salimos todos en busca dels donyets. Al final los encontramos en una de las cabañas del Mas y nos sentamos todos a su alrededor a escuchar sus historias. Allí fue donde por fin, después de casi quince horas sin dormir, JoanPetit sucumbió a Morfeo.

Los monitores nos explicaban las plantas del entorno

Como me va a quedar un post muy largo, os contaré el segundo día en la próxima publicación. Mientras tanto, tenéis los comentarios para decirme lo que queráis; por ejemplo, si vuestros peques han ido de excursión tan pequeñitos y qué tal fue la experiencia.