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miércoles, 3 de julio de 2013

Papá y su peque: Fin de semana geocachero

Hacía ya bastante tiempo que no salíamos de excursión. Aunque lo de esta semana más que una excursión ha sido un pequeño paseo. También hacía mucho tiempo que no hacíamos geocaching (para el que no sepa qué es eso, lo expliqué aquí) y ya iba siendo hora.

El sábado nos fuimos el peque, Lamamá y yo al paraje de la ermita de la Magdalena. Desde esa zona, donde se situaba una fortaleza, bajaron los antiguos habitantes de Castellón hacia la Plana (las tierras llanas cercanas al mar) en 1251. También es uno de los puntos de entrada al paraje natural del Desierto de Las Palmas una zona muy recomendable si os gusta la naturaleza.

La ermita de la Magdalena

En la zona se encuentran varios caches, así que activamos el GPS del móvil y fuimos a por ellos. Ya habíamos hecho geocaching con JoanPetit antes, pero ahora ya se entera un poco más y fue muy divertido ver su cara cuando papá encontró una caja debajo de unas piedras que estaba llena de juguetes como coches, pequeños peluches, llaveros y cosas así. Una de las reglas de este juego es que si te llevas algo debes dejar otra cosa y a mi se me olvidó mi mochila geocachera donde llevo cositas para intercambiar... Ya era difícil convencer al peque de que no podía llevarse todas las cosas como para decirle que no podía llevarse nada por culpa de su padre el despistao. Al final creo que logramos hacerle comprender que solo podía llevarse una cosa y yo me comprometí conmigo mismo y con Lamamá a volver al día siguiente a dejar algo.

Como en casa de los Petit somos muy dormilones y nos habíamos levantado tarde, no nos dio tiempo de encontrar los cuatro caches que nos habíamos marcado como objetivo. Así que como yo ya había dicho que volvería al día siguiente de todas formas, pensamos que lo mejor era dejarlo para el domingo.

El domingo quedamos con mi prima, su marido y su peque, Gael, (que es casi dos años mayor que Joan y al que también le gusta eso de ir a buscar tesoros) para volver a La Magdalena a por lo que nos había quedado pendiente. Como nos habíamos comprometido, nos obligamos a levantarnos a una hora más normal y nos fuimos de búsqueda. Si ya es divertido con un peque, imaginaros con dos. Gael nos ayudaba a buscar moviendo piedras, mirando en troncos de árboles y debajo de rocas mientras que Joan esperaba a ver lo que había dentro de los recipientes.

¡Encontrado!
El contenido
Después de la búsqueda fuimos a por una raciones de paella para comérnoslas  en el Pinar del Grao que es un parque situado muy cerquita de la playa. Allí se nos unió otra amiga con su peque y los nanos estuvieron todo el rato jugando por allí y mirando las ardillas. Al final una de ellas fue la culpable de que nos marcháramos (también es que ya se hacia tarde) porque se puso a comer en la rama de un pino que nos daba sombra y comenzó a tirarnos los restos de piña... ¡no veas con que fuerza! Se ve que el bichillo ya estaba harto de que los niños la señalaran y le gritaran cada vez que la veían a ella o a alguna de sus compañeras y que los mayores no paráramos de hacerles fotos y pensó "hasta aquí hemos llegao, ¡vayanse ustedes a la mierda!"

La culpable del ataque aire-tierra

En definitiva, que hemos pasado un entretenido fin de semana. A ver si ahora que llega el buen tiempo nos dedicamos un poco más a esto del Geocaching que es una afición que nos encanta.

9 comentarios:

  1. No sabía qué era eso del geocaching hasta que leí tu otra entrada. Qué bueno! Debe de ser genial :-D

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  2. No había leído tu otra entrada, pero en el blog de Azul a Verde me enteré de lo que era. Me parece una actividad genial que quiero probar por primera vez este verano :)
    Gracias por compartir tu experiencia en el geocacheo familiar! :)

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    1. Pues anímate a probarlo y verás como te engancha. Ya nos cuentas en tu blog la experiencia :)

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  3. A nosotros nos encanta el geocaching aunque hace mucho que no sañimos de búsqueda. De hecho incluso preparamos uno, pero al año lo expoliaron y nos dió mucha rabia...

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    1. Si que es verdad que da rabia cuando te lo expolian. Yo he puesto dos, uno en el pueblo de mi padre en Extremadura y otro por aquí cerca, en Villafamés y de momento siguen vivos. Esperemos que continúen.

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  4. Menuda idea la del geocaching para hacer con niños!! Apuntada queda. Gracias por el descubrimiento!

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    1. Es superdivertido y una alternativa para esta época de vacaciones que a veces no se sabe que hacer con ellos.

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  5. Siempre he tenido curiosidad, pero nunca me he puesto, más que nada porque no tenía GPS... Pero ahora con los smartphones...a ver si cuando sea un poco más grande el enano nos animamos.
    El Desert, és preciós!

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